luni, 14 martie 2011

El individuo dividual

Alexander Bard y Jan Soderqvist (consultar en Internet sus Biografías para mas señas), presentan en su libro Global Empire la idea de la muerte “progresiva” de los individuos, de la gente que es siempre la misma. Hoy todos somos por los menos dos, somos “dividuos”.
Somos uno en el trabajo. Otro en casa .Otro por la noche. Otro en Internet. Otro en vacaciones. Abogado brillante en el despacho, músico con talento en las fiestas. Ejecutivo de ventas en la empresa. Financiero aquí, montañero allá.
Para cada vez mas gente no hay diferencia, entre el trabajo y su vida. No existe ruptura entre el horario laboral y el personal: si se es un trabajador autónomo , puede que esta mañana la haya disfrutado en el mar mientras en los próximos cinco días y noches no salga casi de casa porque estaré trabajando.
Somos el mismo durante toda la jornada, la estructura del trabajo moderno, no nos permite decir “hasta aquí trabajo” y “a partir de ahora estoy descansando”. Aparentemente, somos uno, siempre el mismo, pero, paradójicamente, necesitamos ser dos. Necesitamos tiempo para encontrarnos con otro cuando nos miramos al espejo. Queremos vivir la vida de más de una forma. Buscamos hacer algo, en algunos momentos, tan realmente diferente, tan distinto, que acabamos teniendo dos personalidades en una. Somos “dividuos”. Nuestra personalidad es doble o en ocasiones múltiple, porque necesitamos vivir una vida con varias facetas. Antes teníamos el trabajo y el ocio, hoy en DIA ambos se funden. Al estar hoy mezclados por la dinámica de la vida moderna tenemos que buscarla manera de “di-vidirte”. Moraleja, en el futuro ser monótono será poco atractivo.